Estoy aquí sin miedo.
Aquí sin miedo.
Entiendo el miedo a caminar, porque, ya muchas veces hice el mismo recorrido que tú, por tanto, si algo he de hacer es; abrazarte y decirte que sigo aquí, que no me he ido, que cuentas conmigo, porque yo no olvido, esos minutos de luz en mi vida cuando yo he estado a oscuras y tú estuviste conmigo.
Quisiera que entendieras que llorar es de valientes y callar es de cobardes, que aprender es levantarse, reconstruirse y amarse, porque la felicidad no se exige ni se pide, se merece, se crea y se alcanza, y tú, más que nadie. Así que, mi querido amig@, no te agotes de esperar y actúa, la vida te está esperando y es corta y vivirla como realmente deseas no depende de una elección sino de una decisión.
El tiempo es relativo, el tiempo no soluciona ni cura nada, lo que decidas hacer con sus espacios y minutos es la clave.
Te abrazo, te apoyo, te animo a creer que tú vales un amanecer distinto, donde tus sueños se cumplan; así que corre, a paso lento, rápido, o vuela!, pero camina, con esa sonrisa que eclipsa y dile al miedo que él no manda ni controla nada, quítale el poder de gobernar, porque el único dueño de la ilusión de un comienzo y de tus finales felices, eres tú...
Norma San Juan

No hay comentarios:
Publicar un comentario