En mi rostro y en mi cuerpo ha pasado el tiempo y aunque aparentemente no ha dejado demasiada huella, llevo grabadas las lágrimas que mojaron mi vida de decepciones, frustraciones y batallas perdidas, de soledad impuesta y de las veces en que junté mis trozos para reconstruirme. Se rompieron miles de sueños cuyos restos metí en mi maleta de viaje, y fui dejando a mitad de camino, a medida en que aprendí a ir viajando ligera, porque entendí que la felicidad no dependía de nadie más que mi fortaleza y aprendí a ver con los ojos del alma, más allá de las miradas que juzgan, de los abrazos fingidos, de los amores interesados, y nunca cerré mis ojos al hecho de que estaba viva!, y que a mi lado nunca faltaron maravillas que observar y valorar, así que sin querer perdérmelas sequé mis lágrimas y dejé de llorar por alas rotas y lo todo lo perdido, me tenía a mí misma, cada vez más fuerte, más serena y más yo.
Desde entonces, cuando veo aparecer las canas en mi cabello ya no me molestan, son la muestra de que superé guerras y que finalmente gané madurez y sabiduría y en la aspereza del tiempo en mi piel ahora brilla más la suavidad de alguna que otra caricia de amor recibida de alguna persona que sabe verse segur@ en mis brazos, y de esos halagos en el espejo cuando me miro cada mañana y me digo Brujita, tú mereces un día feliz hoy y poder vivirlo es tu tesoro...Lo que se recibe nunca se olvida para bien o para mal por eso me digo que soy hermosa, y lo que está mal se acepta, se deja ir y se sustituye por algo nuevo. las mochilas pesadas ya no son parte de mi equipaje.
Estuve muchas estaciones del tiempo pasando como una hoja seca que arrastra el viento o sus circunstancias, ahora, soy primavera floreciendo constantemente ilusiones, ya que tenerlas no es trabajo de los demás sino de mis ganas de querer construir una vida feliz, tanto si es sola como acompañada. Ahora soy esa brisa fresca de verano que alguna tarde de calor se necesita para pararte y encontrar equilibrio en el disfrutar sin peros y dejarse fluir. Ahora llevo conmigo integrados esos días de nubes de otoño porque qué plano y aburrido sería todo si no hubieran momentos de los cuales aprender o cosas en las que trabajar para superar. y llevo con orgullo esos día fríos de invierno que durante tanto tiempo me hicieron sentir el frío de la soledad y ahora importantes para parar el tiempo en una cálida y apacible tarde de mantita y sofá para que la mente pare y el alma respire silencio y amor hacia mí misma. Aprendí a prestarme atención y por fin entendí que la más merecedora de mi tiempo soy yo. y aquí estoy, sola por que yo lo decido así pero nunca triste y vacía, estar en compañía no significa estar acompañado y el lado vacío de mi cama está contento de no ser ocupado a menudo por cualquiera que no deje algo que sume a mi mundo.
Los años han mermado algo mis capacidades físicas! ya no soy la chica de 20 años que no le dolía nada, sin embargo mis ganas de vivir y de sentir se han hecho más fuertes!. Ni por un segundo a disminuido mi capacidad de amar. Menos cuando sé que si me entrego lo hago a consciencia porque el riesgo de perder ya me lo conozco y no me asusta entregarme, si vale la pena lo vivirlo, a estas alturas no me importa qué me prometan sino lo que mis pupilas puedan ver y mis sentidos físicos y sutiles puedan tocar y sentir.
Si a esos que hablan demás juzgándome por una foto, y creen conocerme, no saben nada de mí. Por no saber ni si quiera, cuál es mi flor favorita y si por las mañanas huelo a café. Así que a quien piense que ya estoy vieja para amar le diré que es algo de estrecha mente que decreta, porque el la capacidad de amar no le pertenece a una edad en concreto sino a que el amor te haga más fuerte y poseedora de unos sentimientos valiosos, vasados en la calidad de darte por elección y no por carencias o necesidad. sé con certeza lo que quiero y no porque haya vivido incontables aventuras sino porque experimento el amor desde el corazón con un brillo en la mirada de esos que se transmiten cuando estás orgullosa de entregarte porque te hace feliz hacerlo. Tengo en mis años vividos esa fortaleza y alegría interior que me llenan de vitalidad sin que tenga que ver en ello la cantidad de historias vividas, Valorar la vida con todos sus aciertos y reveses es la huella que con más orgullo llevo grabada en mi rostro,
Ha pasado el tiempo y está claro que soy diferente a la chica llorona y asustada que comenzó a caminar intentado comprender si alguna vez dejaría de caminar sola, en ese entonces no sabía que la vida está para aprender a vivirla en soledad y después abrirte a quien quiera libremente acompañarte.
He vivido ya algo más que la mitad de mi vida, y no sé si seré mayor a los 90 años porque las arrugas lo digan, mi espíritu siempre será el de una niña que conserva mi ilusión mi derecho de amar, aún espero las mariposas que tanto se han resistido a anidar en mi estómago, esperando que algún día quieran desplegar sus alas, y si el tiempo pasa y eso no sucede, seguiré teniendo el amor a la vida que al final de cuentas, a eso vinimos a esta escuela donde vivimos.. a aprender a valorar solos o acompañados de qué estamos hechos.
Tengo 50 años, me he vuelto más aventurera y arriesgada! y no es que vaya saltando en parapente porque mi valentía se trata de otro tipo de riesgos, debe ser que hay una primavera constante floreciendo en mi interior, y no quiero perder nunca ese derecho de amar y de soñar con lo nuevo ni por mucho que los sueños a veces cueste materializarlos. Sí, han pasado los años y el tiempo también!, pero no ha pasado mi amor por la vida, por esa magia que muestra mi cara sonriendo al atisbo de los primeros rayos de sol de un amanecer, por esa paz que se refleja en mi rostro cuando camino por algún campo de hierba y siento la libertad y la gratitud de ser y estar. Creo que todo lo vivido ha servido para prepararme para ser fuerte y cada día volver a empezar con más ganas. No, no estoy vieja para amar.
Sé que estás por ahí, llevo tiempo sola por elección esperando a que llegues, así que si te dicen que tú también estás viejo para amar no te lo creas, déjales que hablen que cuando llegues a mí, seremos dos niños locos haciendo todo lo que guardamos para ese momento. No! No quiero perder el derecho de amar, los años pasan y el tiempo corre pero mis ganas de caminar feliz en este camino que no siempre es de rosas, nunca cambiará.
Norma San Juan - Lazos de Luz

Hola, buenos días, mi nombre es Juan Pedro, hoy en uno de esos ratos de espera q tenemos los conductores de tráiler entre cargas y descargas, estaba echando un vistazo al Facebook y me has aparecido como "persona q quizás conozcas" ,debe de ser porque tenemos a Andrés como amigo en común, el caso es q no te puedo decir el porqué, pero he abierto tu perfil y me ha traído hasta aquí, solo decirte q me ha encantado lo q escribes y q,no solo porque comparto todo lo q pones en este escrito, si no por lo q a mi me ha transmitido,es como si por un momento hubiera salido de mi y me estuviera mirando desde fuera, utilizando un lenguaje mucho más coloquial q el tuyo, te diré q vieja es la ropa,a los 50 años lo único q se hace es "darle la vuelta al jamón "quien nos dice q la otra cara del jamón no va a ser mejor q la ya disfrutada,comida y vivida y efectivamente para saborear mejor esa otra cara del jamón, lo vivido,aprendido y sentido nos ayudará a saborear mejor todos los matices de ese sabor ya más macerado. Una vez leí q no hay amor más sincero q el q te ofrece un solitari@,porque te lo da por elección no por necesidad de compañía...y estoy totalmente de acuerdo, es lo q tú vienes a decir, si uno se quiere y se quiere mucho,entonces puedes ser feliz, sol@ o en compañía.
ResponderEliminarHa sido un placer leerte.
Muchas gracias.
Un saludo.
Juan Pedro Aunión