martes, 12 de septiembre de 2017

Causas emocionales de los hombros

CAUSAS EMOCIONALES DE LOS HOMBROS



El hombro, que une el brazo al tronco, es una articulación compleja y extremadamente móvil que permite efectuar movimientos amplios y precisos en todas direcciones. La descripción que sigue se refiere al dolor de hombros, según la autora Louise Hay. 

La persona a la que le duele la parte superior de los hombros, tiene la impresión de llevar una carga demasiado grande sobre ellos. Como unen los brazos al tronco, este dolor tiene relación con “querer hacer demasiado” por los demás. Esta persona se impide ir en la dirección deseada porque se cree obligada a hacerse cargo de la felicidad o del éxito de los demás.

En general, este dolor se manifiesta en la persona que tiene capacidad de actuación.

Su mensaje no es que deje de hacer diferentes cosas en su vida, sino que las haga por amor en vez de por obligación.

Si el dolor de hombros le impide mover los brazos y se agudiza, el mensaje se relaciona con su dificultad para abrazar a una persona o una situación nueva, no porque esa persona o situación nueva se lo cree.

Tu dolor de hombros te indica que te impones tareas que no son necesarias para ti. Al querer hacer mucho por los demás te obligas a cargar sobre tus hombros un peso que no te pertenece. Mientras lo hagas, los demás no pueden aprender a hacerse cargo de su propia vida, como no pueden dejar de tener sus problemas para que tu no sientas más sobrecarga, cada persona trae su mochila y su peso, no culpes a nadie de hacer crecer tu sobrecarga cuando eres tú quien libremente, sólo por agradar, quieres hacer tuyo un problema que no te pertenece.

Te sugiero que verifiques tus compromisos. ¿Prometiste a las personas con las que has adquirido compromiso que te ocuparías de todo? O más bien… ¿crees que esto se sobreentiende de manera automática?. Es tiempo de que revises tus límites y tus necesidades y que sólo cargues sobre tus hombros lo que corresponda a lo que quieres. Revisa cuánto tiempo llevas asumiendo un rol de padre que no es tu rol cuando deberías ser solo hijo? cuánto tiempo llevas, cargando con la responsabilidad de una familia, de una pareja, de un hogar, tú solo, cuando debería ser compartida?. Cuànto tiempo llevas siendo esclavo de las obligaciones y el trabajo sin tiempo para ti?. Si tu respuesta es que llevas mucho tiempo asumiendo papeles de sobrecarga o salvador, indudablemente tendrás un fuerte dolor de hombros que hasta te limite el movimiento.

Concédete el derecho de quererte y ocuparte de ti mismo. Date cuenta de que lo que te impones proviene de ti mismo y que los demás respetarán tus necesidades cuando tú las respetes, que querer proteger y agradar no es realmente lo que necesitan de ti sino algo que tú solo te has impuesto que debes hacer. Además, date el derecho de ser más flexible y de abrazar a quien quieras cuando te lo pida el corazón y no cuando te sientas obligado, no será sorpreza que veas presión donde creas que esperan más de ti si te impones que has de dar siempre, date el derecho de ir por lo que quieras sin temer a las consecuencias. Los hombros representan mi capacidad de llevar una carga, obviamente si estas cansado de carga, rechazarás cualquier cosa que te suponga aumentarla.

Mis hombros llevan mis alegrías, mis penas, mis responsabilidades y mis inseguridades. Como cualquier otra persona, no estoy exento de llevar una carga. Si me hago responsable de la felicidad y del bien estar de los demás, entonces aumento el peso que llevo y me duelen los hombros. Tengo la sensación de tener “demasiado por hacer” y de nunca ser capaz de realizarlo todo, de que nunca doy lo suficiente y que haga lo que haga nunca es lo adecuado. Siento cansancio de nuevos comienzos porque ya vengo cansado del peso que no he liberado y llevo a cuestas, no valoro si alguien me esta dando algo valioso sino la carga de tener que responder.

Puede también que tenga la sensación de que me impiden actuar, bien a causa de opiniones diferentes o porque simplemente no quieren asistirme y apoyarme en mis proyectos. También me duelen los hombros cuando vivo grandes inseguridades afectivas (hombro izquierdo) o materiales (hombro derecha) o que me sienta aplastado por el peso de mis responsabilidades., tanto afectivas como materiales, depediendo de los años o el tiempo en que me haya sentido inseguro a nivel afectivo o haya tenido que ser yo quien a tenido que sostener el nivel material como obligación.

Tengo tanto miedo al mañana que me olvido vivir hoy y cuando encuentro algo que me hace feliz lo destruyo por si me trae más carga y responsabilidad mañana, pensar en el mañana me agota.
Las dificultades que encuentro en mi camino me crean la responsabilidad de deber crear, hacer, perfeccionar, todo esto puede “aplastarme”. Puedo querer probarme que, a pesar de todo, puedo enfrentarme con las situaciones echando los hombros hacía atrás, poniendo el pecho más en evidencia, pero la realidad es que mi espalda es débil y distorsionada por el miedo. Tengo miedo a no ser capaz de hacerlo bien, de dar todo lo que los demás esperan, de equivocarme, de seguir cayendo, de que todo sea más carga. tengo mucho miedo.

Si la parte afectada de mi hombro se refiere a los huesos (a modo de un dolor de fractura, o rotura de hueso), esto se relacionará más con mis responsabilidades fundamentales.

Si la parte afectada de mi hombro es muscular, esto se relacionará más con mis pensamientos y emociones.

Aprendo también a dejar circular la energía de mi corazón hasta los hombros y después, en mis brazos, lo cual evitará la rigidez y el dolor, porque mis hombros representan la acción y también el movimiento, desde la concepción hasta la materia. Si algo me genera una emoción y no aprendo a dejarla fluir aumento mi rigidez, alejar de mÍ a quien me la provoque la emoción no me quitará el dolor, sino que me estoy prohibiendo sentir, indudablemente ese dolor que parece desaparecer remitirá cuando vuelva otra vez a tener una emoción que niego a tener o a aceptar.

Pasan a través de mis hombros mis deseos interiores de expresarme, crear y ejecutar porque nacieron al nivel de mi corazón. si algo o alguien me pide expresar lo que siento, o me lo impide, me pide crear algo o ejecutar, si opto por eliminar el sentimiento obvio desaparece la faena de tener que hacer o ejecutar algo, pero el dolor disfrazado persiste en caso de haber una verdadera emoción aunque no quieras acpetarla, sea buena o no, quizás nadie te está pidiendo nada sino eres tú quien se está obligando a hacerlo, y lo que tienes que crear ya está creado y sólo tienes que abrazarlo. Quizas cuando alguien confia en ti y te cuenta un problema y te habla de su peso sobre sus hombros no te está pidiendo ni esperando que cargues también su peso, no significa que debas cargar con más peso del que tú ya llevas contigo, talvés solo está compartiendo su dolor contigo, porque ha visto tu dolor y ha pensado que contarte el suyo te hará sentir cuanto te puede comprender y que no le asusta estar contigo a pesar de todas tus cargas, deberían pues acercarse a ti, personas que no traigan heridas, ni cicatrices, ni esperanzas, ni sueños, sólo porque ya no te queda nada para dar?. el amor y la amistad son confianza, comunicación, no hacer tuyo el peso pero si compartirlo para buscar la solución de liberarlo, una pena compartida parece siempre menos, saber que alguien te escucha sin sentir lástima por tu dolor y que te dice no puedo hacer gran cosa porque tu peso es sea más fácil de llevar pero sí estoy aquí para abrazarte es mucho exigencia?. Dejar ir con amor aquello que nos satura es un gesto de valor hacia nosotros mismos y de autoestima, nuestros hombros lo agradecerá, dejar ir aquello que no satura por miedo a no saber qué hacer será un dolor de hombro constante hacia el movimiento brusco. Toda persona que llegue a mí traerá su propia carga consigo, la cuestión es aceptar que no es mi carga y coger voluntariamente el peso que me corresponde a mí sin exigirme y sin hacer que la persona que sufre sienta mi rechazo por llegar a mi en un momento en que yo estoy agotado y sin fuerzas. Es probable que ese ser que parece saturarte sólo haya venido para mostrarte tu saturación, para hacerte consciente de que debes empezar a vivir siendo tú el primero que cuente, y de hacerlo por amor sin intentar agradar ni llegar por el mero echo de ser valorado y aceptado.

La energía emocional debe dirigirse hasta en mis brazos y mis manos para realizar dichos deseos. Si me freno en decir o hacer cosas, si me “encasillo” (viene de la palabra “casa”, que quiere decir encerrarse en un lugar. En sentido figurado, esto significa replegarse sobre sí) si dejo de hacer y opto por encerrarme en mi lugar de confort para no hundirme en la vida, si llevo máscaras para tapar mis miedos y mis aprensiones en vez de asumirlos y trabajarlos, mis hombros estarán tensos y más rígidos. Aparecerá alguien que remueva de tal manera mis emociones y me lleve de forma vertiginosa a mirarme por dentro que se agudizará mi dolor de hombros, cuidado, no es esa persona quien te lo provoca, sólo provoca que tú te gires hacia tu yo interno y eso te esatá tensando al máximo, para que veas tu carga y la sueltes incluyendo a la persona detonante de lo mismo si es lo que te sobrecarga. Busca no quien te provoque la rigidez de hombros porque llegó a tu vida cuando ya estas al límite y ya no hay espacio para más en tu mochila que pesa, más bien, busca quien o quienes, o qué situación repetida por tanto tiempo en tu forma de actuar, o en tu experiencia de vida, acabó saturándola hasta el punto de enfermar tus hombros y ya no soportar a nadie cerca que percibas traiga más de lo mismo. Reconoce en tus hombros que tú eres, quien más trae carga en tu dolor, en tu memoria, en tu espalda, permite que esa persona que te ama o que ha visto algo bueno en ti a pesar de tus cargas, te diga que no es un ser perfecto y que tambien tiene cicatrices y sufre, quizas si comprendes que no tiene porque ser tan diferente a ti, entiendas que no ha venido a aplastarte sino a ayudarte a empezar a vivir vaciando un poco la mochila para dejar espacio para ti y quiere acompañarte en el recorrido, quizás viene a darte la gasolina para vivir algo hermoso en tu presente en el que pareces levantarte y acostarte cansado, no veas su energía y sus ganas de hacer contigo como una demanda de una energía que no tienes y te sobrecargues, piensa que es más bien una inyección para mostrarte que a pesar de las cargas se puede sonreír, ser feliz e intentar nuevos comienzos, aunque en ellos se hagan visibles tus miedos hacia repetir todo aquello que sin duda, sigue doliendo, porque no lo has olvidado como crees, porque de ser así tus hombros no dolerían por ese gran peso de tu carga.

Si el hueso de mi hombro va desde el dolor hasta quebrarse o romperse, existe en mi vida un conflicto que es muy profundo y que toca la esencia de lo que soy. No hice caso de lo que provocaba mi dolor a tiempo y llegué a la saturación de la rotura. machaque´tanto una emoción y di a tal extremo que acabé rompiéndome.

La tensión o cualquier otro malestar que sienta en la área de los hombros en general, me da una indicación según se trate del hombro derecho o izquierdo.

Si mi hombro derecho está afectado, se trata de mi lado masculino activo: puedo vivir un conflicto o una tensión con relación a mi trabajo, a mi modo de actuar frente a la autoridad.

Es el lado “recio y controlador” que gana; en cambio sí es mi hombro izquierdo el que está afectado, la tensión que pueda vivir está relacionada con el aspecto femenino de mi vida, es decir creativo y receptivo, a mi habilidad por expresar mis sentimientos.

Tomo consciencia de lo que me aplasta, acepto que soy responsable de mi y dejo que los demás se cuiden de ocuparse de su propia felicidad. Aprendo a delegar. Un hombro helado significa que se vuelve frío y doloroso y que está molestado en su completa utilización. Me vuelvo frío e indiferente con relación a lo que hago (hago lo justo para que parezca que estoy o puedo realmente hacerlo?
Existe una profunda tensión que me indica que quiero realmente hacer algo diferente de lo que hago actualmente. o algo sucede, o alguien aparece que me tensa al máximo el dolor, y es diferente al resto?. Debo salir corriendo o eliminarlo porque es lo que realmente provoca mi dolor de hombro? Revisa en qué momento se agudizó y sabrás quien ha venido a marcar la diferencia en tu vida, revisa cuando se originó realmente y acepta quién vino a darte una lección en tu vida, deja ese papel de querer agradar y hacerlo todo por los demás, y reconoce que todo empezó antes del dolor y el mismo comenzó en el momento en que tu carga ya se había hecho crónica e insostenible, cuando tú no existías como ser individual con tiempo para ti y te sentías un mero trabajador de la vida, para hacer todo siempre, por los demás. 

Acepta y aprende a vivir el instante presente, lo cual te permite aliviar el peso que llevo en mis hombros. si acepto la partida de alguien que pesó mucho en mi vida para bien y para mal a nivel emocional mi dolor desaparecerá, pero si aparece una nueva persona o situacion que implique miedo y responsabilidad mi dolor volverá, no es culpa de que no llegue alguien perfecto sino que debes aprender que el miedo y la necesidad de querer ser aceptado y querido y valorado te hacen caer en ir por delante de algo que ni siquera sabes cómo irá. Es mejor entonces encerrarse y buscar el aislamiento para liberar la carga?

Despúes de este resúmen comprendo porqué mi gran dolor de hombros y que es mi hombro izquierdo el que más duele y el derecho le sigue. Reconozco su orígen y no culpo a nadie, ni a la gente que llega a hacerme consciente de mi dolor, ni a la que por tanto tiempo puso carga sobre mi espalda, a fin de cuentas yo sola, acepté ser el burro de carga de situaciones, relaciones, y circunstancias que no me pertenecían, por miedo, por necesidad de ser aceptada, por intentar llegar a algo o a alguien, nadie me obligó a soportar más de lo que era capaz, y nadie tiene que ser culpable de que a día de hoy ya no me alcancen las fuerzas para creer, para crear, para ejecutar, la vida me presenta oportunidades, cosas, personas, situaciones, y yo soy libre de saber llevarlas como únicamente mías o compartirlas, soy consciente que la vida no es fácil para nadie y que todo el que llegue a mí vendrá también con su carga, pero yo elijo que si hay alma, luz, fe, esperanza, y amor, todo en compañía pesa menos, sólo hay que querer trabajar en equipo. Hago confianza al universo que atiende mis necesidades cotidianas para delegar un poco y espero tranquila que si aparece una nueva situación de carga y estres sobre mis emociones, se tensarán mis hombros en la justa medida en que yo entienda que esa carga es para compartirla, superarla, liberarla y no para cargarla yo sola y me sirva de excusa para encerrarme y prohibirme la vida. Acepto que vendrán experiencias nuevas que implicarán asumir riesgos y me generarán miedo, y probablemente al asumir la presencia de algo nuevo en mi vida mis hombros se tencen a modo de alerta porque tengo miedo, pero quizás si empiezo por abrazarlo con el corazón, sintiendo más y diciendo menos, fluyendo más y poniendo menos muros y peros, acabe siendo mi verdadera liberación..

Hace poco un ser maravilloso al que yo tenía en mi corazón como alguien especial me dijo que cuando yo aparecí en su vida, su dolor de hombros se agudizó y de tal manera que cuando se alejó de mí fue un alivio constatar que su dolor de hombros, de forma increíble había desaparecido, que había estado reflexionando y se había dado cuenta de que mi dolor y mi carga eran para él algo que sin darse cuenta hacía suyo y le saturaba tanto que no podía sentir paz, que el peso de mis tristezas, que en un momento de confianza yo compartí con él, le habían creado responsabilidad y saturación, pues no podía evitar hacerlas suyas, esas, "mis dificultades", que lejos de mí se sentía en paz y su dolor había desaparecido, yo esperaba que me dijera que la paz era que yo siguiera en su vida y que haber cerrado los circulos que le habían originado el dolor le habían calmado su dolor, porque yo le conocí ya con su dolor de hombros y llevaba años de carga, no había tenido tiempo de ser yo quien lo provocara. -Me di cuenta, argumentó: que cuando intenté quererte mi mente me presionaba a hacerlo para agradarte, pero en mi corazón no sentía más que la sensación de que ya había dado a otra persona toda mi capacidad de amar y entregar. Ese día, yo no podía creer que atribuyera la liberación de su dolor a no verme o a decirme con tanta claridad que yo nunca le había importado y que lo vivido había sido sólo querer agradar, pero comprendí que estaba liberando su carga, que lo había echo gracias a mí, que yo había sido la tensión alarmante que hace ver que has sido burro de carga toda tu vida, pero escuchar que me hacia culpable a mí de esa tensión que le impidió amarme porque su corazón ya venía agotado me supuso el dolor agudo de mis hombros más fuerte que había sentido, acababa de poner toda una gran carga sobre mis hombros!!, cada vez que yo estaba cerca de él mi dolor de hombros y cervical se aumentaba, me tensaba la sensación de no ser aceptada como algo bueno y sin embargo agradecía que gracias a ese dolor yo pudiera hacer consciente mis deficiencias, mis miedos, mi falta de autoestima, mi necesidad interna de dar y recibir, pero nunca se me hubiera ocurrido decirle que él causaba mi dolor, pues cuando el llegó a mi vida yo ya había vaciado y soltado gran parte de mi carga, y la que cargaba lo hacía con fuerza, yo sentía ganas de seguir caminando siempre!! La diferencia entre él y yo era que yo veía en él, un hombre joven, guapo y capaz de superar ese pasado de sus hombros, a pesar de tener en frente mío a un viejito cansado, y él veía en mí una mujer con demasiadas ganas de vivir y hacer todo aquello que él ya no le interesaba experimentar. En ese momento mi tristeza de oirlo agudizó mi tensión y me regaló una falta de movilidad de mi cuello, me acababan de cortar las alas, me dejaban sin materia prima. Estaba claro que yo había aparecido en su vida cuando él ya no podía levantar ni un gramo más de peso, comprendí que nunca, debí hacerle partícipe de mis miedos ni buscar en él un amigo con quien compartir alguna experiencia de dolor, la intención que yo tenía era fomentar la confianza y la comunicación y no crearle responsabilidad de alguna carga que hasta ese momento yo sabía llevar perfectamente sola, al contarle un pasado doloroso sólo pretendía hacerle comprender que no había nada que no pudiese superarse porque ahí estaba yo entera frente a él intentando caminar a su lado con la lección aprendida. Nunca esperé solucionara mi vida, esperaba más bien abrazos cálidos de amistad que te impulsa a seguir siempre hacia adelante sin lástima. Esperaba que valorara lo grande de mi amor a escogerle a él a pesar de que estaba hecho trozos, lo valiente que yo era al intentar caminar con él cuando casi todos sus pasos eran hacia atrás.

Era yo la responsable de ese aumento de dolor en su  hombro?. Era él culpable del dolor de mi hombro?. Nooo era yo!! y dependía de cómo estaba gestionando la emoción que se me provocaba al escucharlo decirme tan fríamente que intentar llegar a él era una decisión inútil.

Desde ese momento, con toda esa emoción de tristeza regalándome más dolor a mi hombro decidí y prometí escuchar más a mi cuerpo, había que soltar la tristeza y la frustración y dejarle ir de mi lado, no sentirme una carga en su vida y alivianarle a él su obligación de darme algo que no sentía. Decidí que ya no cargaría más con el agotamiento de esfuerzos inútiles por ir de salvadora de personas que no quieren ser salvadas. Cuando él apareció yo no quería que él llevara mi mochila ni yo llevar la suya, sólo quería hacer un nuevo equipaje de presente y que fuéramos hacia adelante con poco equipaje para que la vida pesara menos para los dos, pero estaba claro que el alma de ese hombre que me había enamorado no me había escogido como a fín, mi error había sido desperdiciar un tiempo precioso en tantos intentos por llegar a un corazón que estaba cerrado o simplemnete nunca se abrió para mí.

Yo puedo llevar mis cargas sobre mis hombros sin que nadie tenga que salvarme de nada, soy valiente para cargar con mi peso sin que nadie tenga que llevarme a cuestas, pero la vida no es fácil y aunque finjamos llegar limpios y libre de heridas, todos llevamos en nuestros hombros el peso de nuestra experiencias que nos han dejado huella, y estoy convencida de que con amor todo se cura. Yo no le culpo de nada, ya le conocí cansado, con una gran mochila, y, quién quiere más peso?. le perdoné la dureza de sus palabras, quizás no fue su intención herirme y sólo estaba liberando su carga. Le dejé ir para que encontrara en su soledad ese presente donde nadie espere nada de él y nadie le haga sentir que ha de hacer por deber u obligación. Que la vida le la vida le presente esas personas que vienen vacías de cicatrices, y que no tienen sueños y que fluyen sin saber hacia donde van, que llegue alguien que despierte de nuevo al hombre vital que aprecia la vida. Quizás algún día esté liberado y vuelva a sentirse ligero como para emprender un nuevo comienzo, quizás, alguien tenga la suerte de encontrarle con fuerzas como le ocurrió a la única mujer que él dice despertó el amor suficiente como para que él quisiera luchar y darlo todo antes de rendirse, y yo, ya le encontré rendido. Quizás algún día esté preparado y no le suponga carga darse la oportunidad de volver a vivir y amar, quizás algún día suceda y entonces mi dolor de hombros también haya desaparecido, porque quizás, yo haya encontrado alguien que aún se sienta joven y con fuerzas de aceptarme con mi pequeña mochila y a pesar de ello, no le resulte tan pesado compartir un nuevo comienzo conmigo, y me valore lo suficiente como para darse cuenta que lejos de querer que alguien cargue con mi dolor tengo la capacidad de ayudarle a cargar con el suyo. No soy de las mujeres que tiran la toalla, pero ese día, con él me rendí, luchar por quien no me ve en toda mi esencia es llevar más carga sobre mis hombros de la que puedo soportar y no es necesario, no por alguien que dice "ya vivió", "ya amó", "ya fué", "ya dió", "ya hizo", "ya creyó" y dejó de existir con una mujer que ya también, voluntariamente, decidió vivir lejos de él. Si él siente que la paz es estar solo y que amar es agotamiento. No había finalmente en él un alma que tocara la mía, no había magia, y por tanto, sólo un triste dolor de hombros

Así que en este presente no me rindo, me hago consciente de dónde está mi límitación y mi límite para dar y para entregarme. Puedo con mi carga, no seré un disfraz de alguien que solo sabe reir para agradar y que me acepten, seré simplemente yo, con mi risa y mis ganas de amar, y con mi llanto porque mis hombros duelen porque tengo miedo como todos, porque cargo peso que no me corresponde y porque la vida golpea a veces mucho más de lo que los hombros pueden soportar a pesar de que constantemente queramos y luchemos por vaciar la mochila. Asumo que nadie es el culpable de de mi dolor sino yo misma por no saber como gestionarlo, por encabezonarme en sembrar donde la tierra no está fertil para mí, por tanto, reflexiono, asimilio y libero, libero espacio para que cuando alguien llegue a mi vida su carga no me haga rechazarlo y pueda ser capaz de ver más allá de su coraza, no quiero que mi cansancio me impida ver la belleza de las personas.

Admito mi dolor de hombros continua, pues en todos los aspectos de la vida tengo peso y responsabilidad porque no la comparto con nadie porque me exijo que yo puedo sola con todo y por eso, encuentro la manera de confiar en el universo y delego contando a veces mi pena, delego en la amistad verdadera, en mi forma de escribir, aprendo a pedir porque estoy harta de solo dar y necesito recibir, y aprendo a dejar ir todo aquello que no es a fin a mi necesidad interna, no necesito mostrar perfección para caer bien, ni quiero agradar pareciendo alguien que no sufre y no tiene momentos de bajón, quiero seguir siendo yo, con mis defectos y virtudes y sin duda cuando pueda abrazar a alguien, que no sienta miedo de amarme, En este libero mi peor carga que es sentir que haga lo que haga, nunca es suficiente para ser amada, mi realidad es ser consciente de que no tengo que hacer nada porque como alguien me dijo hace poco cuando nace el amor todo nace solo y cuando se da, no hay carga ni agotamiento que no te haga sentir que la vida alcanza para empezar de nuevo y pintar nuevos sueños. así que no, no tengo miedo, así mis hombros duelan, a veces más y otras no tanto.

No os fijeis en mi anécdota personal ni en la historia de mi vida que enlazo a este aprendizaje, sino en ser capaces de buscar el orígen de vuestro dolor interno que provoca la tensión y la rigidez. Yo no soy dueña de ninguna verdad, yo no doy lecciones de nada, comparto simplemente mi aprendizaje, admito mis errores, mis miedos y no me importa asumir que no me he equivocado al amar sino al no saber cómo gestionar la entrega de ese sentimiento, de ahí que mis hombros se quejen, estoy en ello, creciendo, aprendiendo a escuchar mi cuerpo..

Aprendizaje sobre conocimientos y lectura de autora Louise Hay y reflexión personal mía